En el año 2015, tuve el privilegio de conocer a la que hoy es mi esposa, mi compañera de vida, mi amiga y mi socia. Fue a finales de ese año e inicios de 2016 cuando decidimos aventurarnos en un emprendimiento que, aunque modesto en sus comienzos y enfrentando numerosos desafíos, se convertiría en nuestra pasión. Nuestra visión era convertirnos en apicultores profesionales, cuidando a las abejas y aprovechando sus dones naturales, como la miel, la cera, el polen y el propóleo, para crear productos con presentaciones únicas y un concepto original.
Sin embargo, conforme avanzábamos en esta travesía, nos dimos cuenta de la complejidad de la apicultura. Aunque es un oficio hermoso e increíble, su éxito depende en gran medida de factores atmosféricos que no podemos controlar, lo que afecta directamente la producción. Además, nos enfrentamos al desafío de un bajo consumo de miel en el promedio del mexicano, que es de apenas una cucharada al año, lo que hacía que nuestro negocio fuera poco rentable y difícil de promover.
Fue entonces cuando decidimos darle un valor agregado a nuestro emprendimiento. Mi esposa, Angie, se convirtió en el cerebro detrás de nuestros productos al tomar cursos de cosmética natural. Con una habilidad innata, comenzó a crear formulaciones de champús, jabones y cremas que resultaron ser un regalo para la piel y el cuerpo. Empezamos a usarlos nosotros mismos y quedamos impresionados con los resultados. Decidimos compartirlos con familiares y amigos, quienes también quedaron encantados. Así fue como ampliamos nuestro catálogo de productos, todos basados en ingredientes derivados de la colmena, especialmente la miel y la cera.
Por ejemplo, nuestros bálsamos labiales y de barba contienen cera de abeja, proporcionando una suavidad y emoliencia única en comparación con productos derivados del petróleo como el aceite mineral o la vaselina. Otro ejemplo es nuestro champú de crecimiento capilar, enriquecido con miel, que brinda una experiencia maravillosa de suavidad y nutrición natural para el cuero cabelludo. Esta sensación, que solo se puede experimentar al usar nuestros productos, se debe a que la miel, los extractos y los aceites esenciales penetran profundamente, nutriendo de verdad.
Nuestra pasión por lo que hacemos es tan profunda que, desde entonces, llevamos siete años sin comprar productos de uso diario, utilizando únicamente lo que hemos creado juntos desde el principio. Nos enorgullece compartir nuestras creaciones únicas con todo México, celebrando nuestras tradiciones medicinales, herbolarias y cosméticas, y apreciamos sinceramente que formes parte de nuestra comunidad, nuestra colmena Apigreen.
Gracias por ser parte de esta emocionante aventura con nosotros.
En la Imagen nos encontramos en el año 2017 haciendo nuestras primeras formulas cosmeticas.